miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un nuevo camino.

Para encontrar un nuevo camino hay que salirse de la huella y dejar el caminito seguro por el que andamos siempre, y animarse a lo nuevo, al peligro de lo nuevo.
Un camino nuevo tiene sobre todo dudas, miedos, preguntas. Un camino nuevo solo nos dice que nos llevará a un lugar nuevo, mejor o peor, pero eso no lo sabemos.
Un camino nuevo te puede llevar hacia un tesoro o hacia un abismo, nunca se sabe. Atrae el tesoro y da miedo el abismo. ¿Qué vas a hacer vos? ¿Te animarás?
Uno cree que llega a nuevos caminos pero la realidad es que los camin
os nuevos llegan a vos.Si queres que
pase algo distinto tenes que hacer algo distinto. Si queres llegar a un lugar nuevo tenes que tomar un camino nuevo.
Avanzar sin saber a dónde llegaremos, eso es lo que asusta y atrae de los nuevos caminos.



















Todo cambia.


Todo cambia. Como decía Heráclito “no podemos bañarnos dos veces en el mismo río”. Cuando volvemos al río a bañarnos por segunda vez sus aguas ya son otras, están
renovadas, se han transformado, ya no es el mismo río. El cambio es perpetuo.
Nadie puede resistirse al cambio. Resistirse al cambio es como resistirse al paso del tiempo, una batalla perdida de antemano.
Siempre estamos cambiando, mutando silenciosamente, aunque no lo escuchemos. Cambiar es inevitable. El cambio es la esencia de las cosas, de nosotros, del universo ¿o será al revés? Que la esencia es la que permanece inalterable.
¿Dónde está nuestra esencia, nuestro ser? ¿En eso que permanece a pesar del cambio o en el cambio permanente? ¿Dónde estamos?
¿Podemos ser los mismos si todo cambia, o somos los mismos a pesar de cualquier cambio?
¿Cuánto de utopía tiene pretender cambiar todo de una vez?
El cambio tiene sus
tiempos, sus procesos. El cambio es algo orgánico porque está vivo.
Tal vez la clave sea cambiar con el cambio. Resistirse al cambio es como querer congelar el agua del río para
bañarse siempre en las mismas aguas.
Cambio es revolución, y ninguna revolución puede ser amable, confortable, cómoda.
Si no cambias con el cambio un día abrís los ojos y ves que todo cambió, y ahí estás perdido en lo desconocido.
El cambio es una cuestión de tiempo. De tanto mover el árbol al final la fruta siempre cae. Y cuando el cambio llega no deja lugar a dudas. Cambia todo, arrasa, transforma, muta.
El cambio es la esperanza en la desesperanza. Es confiar en que eso, como todo, también cambiará.









El amor

Tengo un hobby, una afición, a cada persona que conozco le pregunto su definición del amor. Todas las definiciones
suenan parecidas, pero todas son diferentes, porque para cada uno el amor es algo diferente.Un milagro, una
bendición, química, piel, encuentro, algo mágico, son las definiciones que más suenan.Llegué a la conclusión de que algo que tiene tantas definiciones no puede tener una sola.
Ya no pregunto ‘¿Qué es el amor?’. Ahora pregunto ‘¿Qué es el
amor para vos?’.
Podes no tener dinero, trabajo, casa. Podes no tener nada y ser feliz. Pero nadie puede ser feliz sin amor. Entonces ¿Qué es el amor?
¿Hay formas de amar o se ama como se puede?No existe una forma de amar, existe tu forma de amar. Tenes que conocerla y aceptarla.
¿Amamos de la misma forma en que fuimos amados? ¿El amor es eso que tuvimos o no desde chicos?
¿Esperamos que el amor tenga algo para darnos, pero el amor no se trata de tener algo para dar? ¿Qué puede dar alguien que está vacío?
Para mí no existe el amor sin el odio. Si odiamos es porque amamos.
¿Cómo puede ser que amemos y odiemos a la vez? ¿Existe el amor sin odio? ¿Existe el odio sin amor?
Amar es necesitar, depender, extrañar. Amar es que te falte algo, ser débil. Amar es aceptar que estamos incompletos.
Amor y odio, esa es la dinámica del amor. El amor corre los límites, se entrelaza con el odio. En nombre del amor justificamos cualquier cosa, y aceptamos cualquier cosa.










Como llegar al inconsciente.

El problema del inconsciente es que es un lugar al que va todo lo que queremos olvidar. Cuanta más fuerza hacemos por reprimir, más inquieto se vuelve el inconsciente.
Es curioso, si queremos llegar a esa zona profunda la puerta se cierra, pero si queremos darle la espalda ella viene a buscarnos.
¿Cómo se abre la ostra para llegar a la perla? ¿A la fuerza?
Tal vez es más como un alcaucil o una cebolla, con paciencia, quitando suavemente capa por capa.
El inconsciente nos protege. Se ocupa de todo aquello que nos resulte intolerable, de todo lo que nuestra
consciencia no quiere enfrentar.
El inconsciente te trae un mensaje: existo, y soy tu verdadera identidad.












Cuestión de Confianza.

Para mí todo funciona por la confianza. La gente sigue las indicaciones de un medico porque confía en la ciencia y en
ese médico. La gente vive y duerme tranquila en su casa porque confía en el arquitecto que la hizo. La gente se sube a un avión porque confía en los ingenieros que lo hicieron y en el piloto que lo maneja.Cualquier proyecto de dos o más personas se basa en la confianza que tenemos en los demás.
El amor se basa en la confianza. Todo es una cuestión de confianza.
Todos somos desconfiados, por naturaleza, es nuestra manera de protegernos. Hay que ser suave para ganarte la confianza de alguien, suave y paciente.
La confianza se hace de a dos. Es tan difícil construir la confianza y es tan fácil perderla.














Cuando actuar y cuando esperar.

Si fallamos en el momento de actuar, si actuamos demasiado tarde, las consecuencias pueden ser irreparables. Si actuamos demasiado pronto también puede ser irreparable. Se trata de entender que todo tiene su tiempo.
Actuar o esperar, dos caras de una misma moneda. Con cualquiera de las dos podemos ganar pero también podemos perder.
Una corazonada, una señal, siempre buscamos algo que nos diga cuándo actuar. Pero no nos damos cuenta de que esperar también es actuar, entonces la impaciencia nos lleva a actuar a destiempo, a equivocarnos.
Y si se trata de actuar nada mejor que sorprender. Los animales de presa dominan bien este arte, ellos saben cómo esperar a la presa, dejarla actuar para cazarla.
Al fin y al cabo actuar es mentir, creo. Toma uno, acción. Y entonces ciego caes en la trampa por no saber esperar.
Somos esclavos de nuestras impaciencias, de nuestras tentaciones, de nuestra culpa.
Siempre se trata de lo mismo, de cuando esperar, de cuando actuar, es como preparase para una cita, saber que ponerse, que no ponerse, que decir y que no decir, cuando hacer el gesto apropiado, cuando mantener el silencio, cuando ocultarse y cuando mostrarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario